Leo en Mural.com que estos días se está celebrando en Guadalajara, México, el Congreso Internacional Nanotube 04. El tema central del congreso girará entono a las múltiples aplicaciones que tienen los nanotubos: 100 veces más resistentes que el acero y seis veces más ligeros.
Hace unos 7 años pasé numerosas noches chateando con un grupo de gente acerca de la posibilidad de construir un ascensor espacial… Nuestro chat formaba parte del IRC Hispano y estaba dedicado a la Ciencia Ficción. Todo empezó con la publicación de 3001 La Odisea Final, de Arthur C. Clarke, 1997 Edicions 62. La última entrega de 2001 Odisea del Espacio.
En el mundo que nos presentaba Clarke, los humanos de la Tierra habían construido un anillo alrededor del planeta, en órbita geoestacionaria, atado a la Tierra por unas torres situadas en el ecuador. La idea puede parecer descabellada, pero no lo es. Tal como explica Clarke en el epílogo de su libro, las estaciones espaciales ligadas a la Tierra por un ascensor espacial fueron ideadas sobre una base científica por el ingeniero de San Petersburgo Yuri Artsutanov en 1982.
Según Artsutanov es teóricamente posible instalar un cable entre la Tierra y un satélite que flote siempre encima del mismo punto del ecuador (órbita en la que están la mayoría de los satélites de comunicaciones). A partir de esa base, se podría establecer un ascensor espacial y se podrían subir y bajar cargas útiles aprovechando la fuerza de la gravedad y un pequeño motor eléctrico.
Para la navegación interplanetaria esto sería ideal, ya que además de evitar el peligro de los despegues y aterrizajes, se evitarían ruidos y riesgos ambientales. Los costes de todas las misiones espaciales se reducirían drásticamente.
A nosotros, los del Chat de Ci-Fi, no nos pareció nada raro… ya estábamos acostumbrados a este tipo de artefactos. También sabíamos que el único inconveniente es encontrar un material que no colapse sobre su propio peso cuando tenga una largada de 36.000 Km (nota: es el mismo problema que tenían con el cable que debía sujetar el Prestige, hundido en las costas gallegas).
Para solucionar el “problema” los autores que en diferentes historias de Ciencia Ficción, han contado con un ascensor espacial o con un cable de estas características, lo arreglaban con cable de carbono cristalizado (diamante) y aprovechaban siempre la aparición de un meteorito hecho de este material… o se descubría que el núcleo de Júpiter era un diamante puro… etc… etc… De hecho, una de las mejores descripciones sobre el ascensor, su funcionamiento y su emplazamiento ideal, las hace el mismo Clarke en su libro Las Fuentes del Paraiso.
No hace ni un año… seguíamos discutiendo algunos de nosotros, si ya era posible construir nuestro ascensor espacial… Cuando hoy he leído el artículo de Mural.com acerca del congreso de Nanotubos, una gran sonrisa ha aparecido en mi rostro, y he empezado a recopilar material para la próxima discusión. Porque aunque imagino que la aplicación de los nanotubos va a ir para largo y hacia otro lado, es sin duda una noticia fuera de lo común que se realice un congreso dedicado a este tema y en concreto, a la aplicación de los nanotubos a la vida civil.
En una entrevista a Mauricio Terrones, físico mexicano que en 2001 recibió un premio de la UNESCO por sus investigaciones en este campo, declaró acerca de las aplicaciones de los nanotubos: «La compañía de electrónica Samsung ya está probando monitores que utilizan nanotubos porque tienen muy buena definición de imágenes, no se calientan, consumen mucho menos energía y son más baratos, pero hay también otras aplicaciones para microscopios y para elaborar nuevos plásticos y cementos más resistentes».
Espero que a alguien se le ocurra pensar en nuestro ascensor… porque la síntesis de nanotubos de carbono puede ser la solución para hallar un material que resista enormes presiones y a la vez sea flexible y elástico, justo lo que a nosotros nos faltaba para poder hacer realidad el ascensor (…bueno nos faltaba esto… y un inversor :-)).
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!