Reseña de «LA SEÑORA DE LOS LABERINTOS» de Karl Schroeder – La Factoria

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La Señora de los Laberintos, Karl SchroederAhhhhh!… (<— suspiro), cómo me gusta la Ciencia Ficción hard. ¡Cuánto la echaba de menos!

Este es un libro interesantísimo, que crea sueños y que libera la mente de cualquier preocupación. Un bálsamo para antes de ir a dormir. Aunque su lectura requiere una concentración absoluta y cierto esfuerzo intelectual que por suerte, se ve recompensado por las buenas horas que te hace pasar mientras lo estás leyendo.

El libro sitúa nuestros personajes en un futuro lejano en el que el Sistema Solar está colonizado por los humanos, en el que algunos humanos han evolucionado a algo más allá y en el que la inteligencia artificial también ha evolucionado más allá de toda expectativa.

Nuestros protagonistas viven en la Corona Teven un hábitat situado cerca de Júpiter y que tiene forma toroidal. Sin duda, un mundo inspirado en el Mundo Anillo de Larry Niven, pero que contrariamente al de éste último, sus habitantes no viven aislados del resto de la humanidad, si no que tienen por vecinos otros hábitats humanos con los que los fundadores de la corona se relacionan cuando lo desean.

Tanto la Corona Teven como el resto del universo humano, está colonizado por millones de personas que pueden convivir juntas, solo que no están todas situadas en el mismo plano de la realidad. Gracias a lo que el autor llama colectores, cada sociedad puede crear un entorno en el qué moverse e interactuar con sus seres próximos sin interferir con otras sociedades. O sea, que en un mismo punto físico pueden convivir muchas sociedades creadas por colectores distintos, sin que interfieran las unas con las otras. Cada sociedad creada por un colector es una cultura en sí misma, con una historia, mitología y tecnología únicas, aunque virtuales. La interacción entre humanos de colectores diferentes es limitada y uno de nuestros protagonistas es una diplomática que se mueve entre sociedades de diferentes colectores y que será quien nos vaya descubriendo cómo es su mundo.

Esta sociedad teóricamente idílica, empieza a desmoronarse cuando una entidad llamada 3340 empieza a interferir con los colectores e intentar derribar las barreras que mantienen la tecnología bajo control.

En el libro tenemos nanotecnología, terraformaciones, realidad virtual, viajes interestelares, IA que se cree Dios, post humanos que también se creen Dios, y un sinfín de cosas más que hacen que su lectura sea realmente una gozada.

El autor, que tiene una forma de narrar la historia que recuerda a Greg Bear, se esfuerza en todo momento por hacer creíble el universo y por explicarnos la filosofía de sus habitantes y su interesante sistema político basado en las teorías del código abierto que todos conocemos.

En definitiva, un libro 100% recomendable que vale la pena leer.

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